Desde el momento en que contacté a Cuba Taxi, supe que había elegido el servicio de transporte correcto. La comunicación fue fluida a través de WhatsApp, y los detalles de la confirmación fueron claros y profesionales. El día de mi llegada, el chofer ya me esperaba en el aeropuerto con un cartel, lo cual me hizo sentir tranquilo después de un largo vuelo.
El vehículo era moderno, impecablemente limpio y con aire acondicionado, algo que realmente agradecí bajo el sol tropical. El chofer, Ernesto, no solo fue puntual y cortés, sino también muy conocedor. Hablaba inglés con fluidez, lo que facilitó todo, y además ofreció agua embotellada y Wi-Fi a bordo.
Lo que realmente me impresionó fue su dedicación al cliente: Ernesto se tomó el tiempo de explicarme costumbres locales, darme sugerencias honestas sobre lugares seguros para comer e incluso me ayudó a cambiar dinero en un sitio confiable sin pedirme nada a cambio. También coordinó mi traslado de regreso al aeropuerto y se aseguró de que coincidiera perfectamente con mi vuelo de madrugada.
Los precios fueron transparentes y justos, sin cargos ocultos ni sorpresas. Recibí el comprobante de forma digital, algo poco común en Cuba y que demuestra lo moderno y confiable que es este servicio.
Esto va mucho más allá de un simple taxi: fue como tener a un amigo local cuidando de mí. Sin duda volveré a reservar con Cuba Taxi en todos mis futuros viajes a la isla. ¡Altamente recomendado para viajeros solos, familias o cualquiera que valore la seguridad, la confiabilidad y un servicio de primera!